martes, 17 de noviembre de 2015

TPMUJER - ENCUENTRO OCTUBRE 2015

ARAMBURU, Beatriz - GUILLÓ, Begoña - LIMIÑANA, Rosa - SANZ OLEO, Elisa - SEQUERO, Francisca
Grupo terapeutas psicodinámicas orientadas a la práctica terapeútica desde la perspectiva de la Psicología Analítica y otras escuelas de psicología profunda.
ENCUENTRO OCTUBRE 2015
Periódicamente las componentes de este grupo independiente nos reunimos para intercambiar información, contrastar opiniones, exponer casos, resolver dudas, etc.
Tema a comentar en este encuentro celebrado en Benidorm: El “Proceso de Individuación” de Carl Gustav Jung.


Según explica M.L.Von Franz en el Hombre y Sus Símbolos, Jung descubrió que los sueños no solo son significativos para la vida del soñante en muchos grados, sino que también siguen cierta ordenación o modelo que va transformándose a lo largo del tiempo y que persigue un modelo de maduración y desarrollo del individuo. Dicho de manera sencilla, el inconsciente tiende a dirigir a la persona a la realización de lo que ha nacido para ser. Este desarrollo se suele simbolizar en los sueños por un árbol, cuyo crecimiento es lento, recio e instintivo. El centro de la psique de donde emana este proceso Jung le llamó el “sí mismo”. Factor que no depende de la consciencia y que solo lo podemos aprehender a través del análisis de nuestros sueños.

Dado que en el psicodiagnóstico que realizamos a los pacientes al inicio de su terapia, incluimos gráficos y entre ellos el dibujo del árbol, comentamos que sería interesante repetirlo también al final, al alta o cuando éste decida abandonarla por deseo propio. Esto es algo muy difícil de realizar, y en algunas ocasiones más bien imposible, aunque sería muy interesante porque así se podrían observar los cambios y transformación de la personas a través de este símbolo.

La mujer en este proceso, ya de origen, tiene escollos que vencer, obstáculos existentes en la sociedad actual, prejuicios históricos arraigados en profundidad en la comunidad donde nace y crece. La niña se desarrolla en una comunidad patriarcal que de manera manifiesta o a veces subliminalmente la cataloga como ciudadana de segunda categoría, inferior, con menos derechos, propiedad de hombre, hijos, sociedad, etc. viviendo la vida de otros en vez de la suya, teniendo que hacerse cargo de obligaciones y deberes impuestos, etc. que en primer lugar, entre otros efectos, le ocasionan un problema de autoestima baja.

Ahora bien, dado que el proceso al que nos referimos empuja desde dentro para su realización, la mujer puede reaccionar por un sentimiento de injusticia y de indefensión de varias maneras. Algunas pueden ser a veces, cuanto más inconscientes, más peligrosas para ellas y para su entorno.

Aramburu presenta sueños que señalan diferentes modos de reacción:

Agresividad:
Mujer en proceso de divorcio.
Sueño recurrente:
“Por la noche cuando estoy durmiendo en mi cama, sale una víbora de debajo de mi cama y viene a alimentarse de mis pechos”

Abuela volcada veinticuatro horas en el cuidado de hijos y nietos:
Sueño recurrente:
“Llaman a la puerta, miro por la mirilla. Hay un hombre fuerte con una ametralladora o cañón pequeño que quiere entrar en la casa y si entra nos va a matar a todos”.

Acatamiento y resignación
Mujer joven maltratada solapadamente por el marido.
Antes de relatarme el sueño dice: “Si mi padre viviera, no permitiría esto”.
“En su casa, el padre ha muerto y está en una habitación. La gente velándole. Una mujer de la familia le dice, ¿Cómo está este aquí? (refiriéndose a su marido) ¡Con lo que ha pasado y lo que ha hecho!”

Maniacamente:
Deciden que ya que tienen que estar al servicio de toda la humanidad lo van a ser a lo grande y algunas escogen posturas y profesiones de poder: Psiquiatra, cirujano, juez, psicoanalista, sobre todo de una escuela específica, etc.
“Soy la gran sacerdotisa que salvo y sano a la humanidad entera, acuden a mi desde todos los puntos de la tierra”
“Soy la diosa de la naturaleza, doy la vida, el alimento, soy la madre nutricia, el cuerno de la abundancia inagotable.”
Como estas fantasías imposibles chocan con la realidad, tienen tendencia a caer en el pensamiento mágico, intentando la consecución de las metas por el deseo, en vez de por el estudio o el trabajo, presentando a veces rasgos bipolares.

Inmadurez
Permanecen niñas aferradas a su padre.
Lo saben todo, lo discuten todo, intelectualizan, son obstinadas y frías. En cierto sentido están muertas pero esperando a un príncipe azul que nunca llega.
“Tengo pelos en las piernas y llevo en la cabeza un sombrero de copa”

Identificación
Otras asumen su inferioridad y buscan parejas con alguna deficiencia en la vida real por lo que escogen hombres lisiados, viejos, impedidos, mancos, ciegos, etc. y así nivelan  su inferioridad.
Mujer que su pareja tiene amputada una pierna
“Estoy de pie parada, de repente hago un pirueta girando sobre mi misma y me encuentro en la misma posición anterior, pero ahora solo tengo una pierna.”

El significado de estos sueños apunta a ser interpretados desde el punto de vista subjetivo, considerando las imágenes, personajes, clímax, atrezzo, etc. como símbolos de un aspecto interior de las soñantes. En general el ochenta y cinco por ciento de los sueños se ajustan a este modo de interpretación.  

Limiñana trae un caso de una adolescente brillante intelectualmente, deportista de alta competición, que se siente abrumada por imágenes agresivas recurrentes y que se  paraliza al comienzo del torneo.

Presenta cinco dibujos/collage de colores vivos con líneas como rotando alrededor de un centro, lo que suele ser manifestación de un intento de protección de su núcleo vital ante amenazas externas, bien sean reales o proyecciones de sus propias emociones. Es particularmente significativo que algunos de estos dibujos están realizados con alimentos sin elaborar: macarrones, arroz, lentejas, mijo, etc. coloreados cuidadosa y detalladamente, lo que nos podría sugerir, por el significado simbólico que tiene todo lo nutricio, carencias afectivas.




Sanz Óleo nos habla en la reunión del libro que está leyendo actualmente de Joseph Campbell titulado “Diosas”, que es un recopilatorio de la presencia de lo divino femenino en la historia de la humanidad, desde el paleolítico, el neolítico y la Edad del Bronce hasta las diosas micénicas, sumerias y Egipcias, pasando por los cultos helenos, la devoción por la Virgen María, etc. hasta llegar al paganismo del renacimiento italiano.
Sumamente interesante e ilustrado con más de 150 imágenes.

 
Esto nos lleva a comentar lo poco que se sabe de los ritos de iniciación de las mujeres en la antigüedad y en las sociedades primitivas, en contraposición de los ritos masculinos de los que hay bastante investigación. Margaret Mead la antropóloga norteamericana decía que esto era porque los rituales femeninos eran mucho más profundos y misteriosos que los de los hombres y por lo tanto absolutamente secretos. Al ser la mayoría de los estudiosos hombres, no estaba permitido que los presenciasen ni tener acceso a ellos y por lo tanto se han mantenido siempre ocultos. No nos olvidemos: la mujer es la dueña de la vida y de la muerte.  De manera ingenua pero no por eso menos cierta, podemos decir que si miramos un estadio de deportes o cualquier reunión masiva, todos los presentes, todos, son nacidos de mujer.

Estos, juntos con otros, fueron los asuntos que comentamos en este encuentro.

Nos citamos para el próximo encuentro en el mes de diciembre. Tema: El árbol como símbolo en el Proceso de Individuación y en el psicodiagnóstico.


Jung, C.G., Von Franz, M.L., Henderson, J.L., Jacobi, J. y Jaffé, A. (1977). El Hombre y sus Símbolos. Barcelona: Editorial Luis de Caralt.
Campbell, J., (2015). Diosas. Gerona: Ediciones Atalanta.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario