Continuación Melanie
Klein VIII
PSICOSIS
ESQUIZOFRÉNICAS
Rescate apuntes y conferencias impartidas en la sede del grupo Psique (Madrid)
en las décadas de los 70/80
Antes de entrar en la consideración
de lo que Melanie Klein y su escuela aportan al conocimiento de la dinámica
esquizofrénica vamos a repasar muy brevemente el criterio clínico que la
psiquiatría mantiene ante las psicosis esquizofrénicas.
El concepto de esquizofrenia como
entidad nosológica viene dado por la evolución, pues se considera como tal, los
casos que presentando síntomas esquizofrénicos evolucionan hacia la demencia, mientras
que el amplio grupo de psicosis esquizofrénicas no necesariamente implican una
evolución tan nefasta.
Hoy y desde que Kraepelin a
principios de siglo agrupó las distintas formas de enfermedad bajo la
denominación de “Demencia Precoz”, se siguen considerando tres formas o cuadros
clínicos característicos: la Hebefrénica, la Catatónica y la Paranoide.
La Hebefrénica, cuyo nombre
derivase de Hebe, diosa griega de la juventud (también llamaron los griegos
hebe al vello púbico), tiene como rasgos fundamentales su aparición en la
adolescencia, con una entrada en escena generalmente taimada y solapada (a
veces y en un primer momento solo se manifiestan trastornos escolares,
retraimiento y quejas hiponcodríacas), sin embargo su evolución suele ser
rápida, declinando el cuadro hacia un estado de retraimiento progresivo hasta
alcanzar rápidamente, si el grado de regresión es masivo, un estado de
decadencia demencial rápido.
Estos son los rasgos que
permitieron a Kraepelin denominar a la afección “demencia precoz”. Pero,
además, no pocas veces el joven se lanza hacia sistemas ideológicos grandiosos
o chocantes por inconsistentes, como también se ocupa de extraños inventos (En
este punto debe de radicar la opinión popular de que el joven era tan listo que
terminó por volverse loco). Estos cuadros pueden tener también componentes
catatónicos, siendo entonces la enfermedad catalogada como hebefreno-catatonía.
Podemos decir, por lo tanto, que
la forma de una psicosis hebefrénica está presidida básicamente por trastornos
de la afectividad y del pensamiento.
En la catatonía los fenómenos más
aparentes son los de la psicomotilidad. Sus fenómenos mas llamativos son:
pérdida de iniciativa motriz, cierto grado de tensión muscular o catalepsia,
fenómenos paracinéticos como son: el amaneramiento, el patetismo, las estereotipias,
las impulsiones. Los trastornos psíquicos tienen como fondo el estupor y el
negativismo (el negativismo se manifiesta con toda clase de conductas que
significan el rechazo del otro y del mundo real). En las psicosis catatónicas
lo que predomina son las manifestaciones motoras.
Las formas paranoides se
caracterizan por el delirio. Se trata de diversas clases de delirios
sistematizados. Estos pueden desarrollarse a partir, bien de elementos falsos, bien
de errores, a veces de ilusiones o alucinaciones, pero, en cualquier caso,
polarizan las fuentes afectivas de los pacientes en el sentido de erigir una
construcción delirante que ocupa una situación fundamental y preponderante en
la vida del paciente. Estos delirios son lo suficientemente coherentes hasta el
punto de poder llegar a ser convincentes (locura de pareja o colectiva). Según
el tema de que se ocupen, estos delirios se han agrupado en diversas
categorías:
- Delirios de reivindicación querellantes. Persiguiendo, a veces hasta el crimen, su honor, su propiedad o sus derechos. Los inventores se suelen quejar de sus descubrimientos celosamente guardados y de los que han sido desposeídos o se encuentras continuamente en trance de serlo. Los idealistas apasionados, que en feroz lucha por la defensa de sus ideales mortifican a toda la sociedad.
- Los Delirios Pasionales. Fundamentalmente se encuentran en este grupo los celotípicos y los erotomanos.
- El Delirio Sensitivo de Relación descrito por Kretschmer, también se le llama Delirio de Referencia, donde encontramos que el sujeto psicótico se queja de que se ha convertido en centro de interés enojoso y humillante en torno a un acontecimiento, como puede ser un robo, una falta sexual, la expulsión de una comunidad, et.
- Finalmente nos encontramos con el llamado Delirio de Interpretación o locura razonante, basado en la continua interpretación delirante con la cual infieren o deducen a partir de una percepción adecuada, toda una serie de concepto erróneos. Estos “interpretadores” se le puede considerar manifiestamente como enfermos de la intuición.
Desde que empezaron a observarse
todos estos cuadros pudo comprobarse que no se trataba tanto de una demencia
(por demencia se entiende el debilitamiento intelectual global, progresivo e irreversible) como de
una “disociación” de la vida psíquica, la cual pierde su unidad. Fue Bleuler,
el psiquiatra suizo compañero de Jung, el que introdujo en psiquiatría la
palabra esquizofrenia, con la cual, quería poner de relieve el hecho de que
estos enfermos no son tanto dementes como afectos de un proceso de dislocación
que desintegra su capacidad asociativa produciendo signos “primarios” de
disociación, y son estos fenómenos primarios de disociación los que al alterar
su pensamiento les sume en una vida “autística”, y es de este fondo autístico
de donde surgen ideas y sentimientos que irrumpen en el mundo consciente
provocando los síntomas “secundarios” que condicionan una conducta que de
alguna manera se parece a la del sueño, sin relación sintónica con la realidad.
Así pues, para Bleuler el
trastorno básico y primario de la esquizofrenia es la disociación (1911) y de
paso os recuerdo que para M.K. lo que se encuentra de manera irredenta en la
base de los mecanismo psicóticos esquizofrénicos es la escisión. En los casos
nefastos donde el final progresivo de estas psicosis ha cursado sin remisiones
espontáneas ni terapéuticas, consiste en una transformación progresiva y
profunda de la persona, la cual, cesa de construir su mundo en comunicación con
los demás para perderse en un pensamiento autístico, es decir en un caso
imaginario.
Pero en este final de demencia y
el camino que hasta él hay que recorrer, existen muchos puntos tanto en el
origen como en el desarrollo, acerca de los cuales la Sra. Klein tiene algo que
decir, siendo la psicología kleiniana la que en mi opinión nos pone en buen
camino para entender la formación de la sintomatología psicótica así como su
significado.
Continuará…
Apuntes
cedidos en su día por la Dra. Mª Luisa Herrero
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