El término latino puer aeternus, que significa infancia o juventud
eterna, se le atribuye al niño-dios Yaco en las Metamorfosis de Ovidio.
Posteriormente, el niño-dios se identificó con Dionisos y el dios Eros.
En la psicología junguiana, el término puer aeternus se utiliza
comúnmente para describir cierto tipo de hombre: encantador, afectuoso,
creativo y siempre en pos de sus sueños. Se trata de hombres que siguen
siendo adolescentes incluso en la edad madura, generalmente llenos de
vida, pero que agotan extrañamente a quienes les rodean. Hemos trabajado
con ellos, les hemos amado y les hemos visto decirnos adiós.
Este
estudio clásico, basado en una serie de conferencias que la doctora
junguiana Marie-Louise von Franz pronunció en el Jung Institute de
Zürich, ha tenido una influencia extraordinaria en la psicología
contemporánea. Se trata de psicología junguiana en su tonalidad más
terrenal y realista, formulada con un rigor y una profundidad
extraordinarias. La brillante
exposición de Marie-Louise von Franz aporta claves para comprender el
mundo y reflexionar sobre ese “complejo de Peter Pan” que, en muchos
sentidos, sigue dominando nuestra época.