Jean Shinoda Bolen - Las diosas de cada mujer

¿Por qué algunas valoran, ante todo, el vínculo y la parentela, mientras tanto que otras atribuyen más trascendencia a la emancipación y a la propia consumación? ¿por qué una misma femina se comporta, según sea el ámbito, como sociable o insociable? Éstas y otras muchas preguntas reciben una insólita y fascinante respuesta en el presente vademécum. 

Sucede que cuanto más compleja es una, más plausible es que tenga en el interior de sí muchas "diosas activas". La faena consiste en pretender cuál de ellas desempeñar y cuál vencer. Las diosas de cada una explica que cuando una compañera comprende sus naturales arquetipos endógenos puede bastar a avanzar toda una progresión de dicotomías restrictivas, equivalentes como: masculino/femenino, madre/amante, profesional/ama de habitación, etc. 

Estos prototipos endógenos toman la guisa de siete diosas arquetípicas que son otros aciertos apartados de figura. Se negociación de que cada compañera identifique a sus diosas dominantes (que van desde la autónoma Artemisa y la fría Atenea aun la nutritiva Deméter y la creativa Afrodita, pasando por Hera, diosa del casamiento, o Perséfone, reina del orbe almijar, o Hestia, arquetipo de la cortesana paciente). Las diosas de cada ama es, en adicción, una observadora escrita para todas las damas por la cuna de su puro enigma, y para todos los viriles radiantes por una parienta

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