En 1957, Carl Jung era el psicólogo
más famoso del mundo. A sus 84 años, pasaba su retiro en su casa de toda
la vida, junto al lago de Zúrich, cerca de sus 19 nietos y ocho
bisnietos.
"Vienen a la casa a jugar y se llevan hasta mis
sombreros", bromeó la eminencia médica suiza durante una entrevista
íntima que le realizó en su hogar el popular programa de televisión de
la BBC "Face to Face" (Cara a cara).
Jung respondió las preguntas
que le hizo el presentador británico John Freeman en la que resultaría
ser la última entrevista que le realizó la BBC. 18 meses más tarde, el
prestigioso fundador de la psicología analítica falleció luego de una
breve enfermedad.
Aquí hacemos un repaso de esa histórica
entrevista en la que Jung habló sobre su carrera, su relación con
Sigmund Freud y su visión sobre la muerte, que estaba próxima.
También reveló un dato sorpresivo: si hubiera podido elegir, se hubiera dedicado a otra profesión completamente diferente.
"Yo en realidad quería ser arqueólogo", confesó. "Pero no tenía el dinero suficiente para seguir esa carrera".
Jung
se había criado cerca de Basilea y su familia -encabezada por su padre,
un pastor luterano- no tenía los recursos económicos para enviarlo a
estudiar más allá de la universidad local, donde no enseñaban esa
disciplina.
La medicina ni siquiera fue su plan B. "Mi segundo amor era la naturaleza", contó, "en particular la zoología".
Fue así que la medicina resultó ser "una elección oportunista".
"Recordé
que mi abuelo había sido médico y sabía que si estudiaba medicina
tendría la oportunidad de estudiar Ciencias Naturales. Además, un médico
puede desarrollarse, tener un consultorio y elegir su especialidad y
tendría mejores perspectivas que siendo un maestro", agregó.
"Hacer algo útil con seres humanos me resultaba atractivo".
El vuelco hacia la psicología también se dio por casualidad.
"Ya
había acordado trabajar como asistente de uno de mis profesores y
estaba estudiando para mis finales cuando me crucé con un libro sobre
psiquiatría. Hasta ese momento, jamás le había prestado atención porque
en esa época nuestra profesión no era particularmente interesante",
recordó.
"Nomás con leer la introducción al libro, que planteaba
que la psicosis era una inadaptación de la personalidad, le dio en el
clavo. En ese momento pensé: 'Tengo que convertirme en un alienista'",
señaló, utilizando el término con el que se llamaba a comienzos del
siglo XX a los psicólogos que trataban a las personas con enfermedades
mentales (los "alienados").
Fue amor a primera vista: "Mi corazón latía alocadamente
en ese momento y cuando le dije a mi profesor que no sería su asistente
y que estudiaría psiquiatría, él no lo entendió y mis amigos tampoco,
porque en ese momento la psiquiatría no era nada".
Sigue: https://www.bbc.com/mundo/noticias-46079630
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