(Una mirada desde la Psicología
Analítica de C. G. Jung)
Se acerca el equinoccio de
otoño, equivalencia entre horas de luz y oscuridad. Este 2016
oficialmente se materializará el 22 de septiembre, jueves, a las 16,21h.
En este acercarnos a los mitos
reseñar que desde la perspectiva junguiana éstos son expresiones del fluir
anímico inconsciente; imágenes arquetípicas con significado que conservan plena
validez. Al descifrarlas, nos dan
referentes en la búsqueda de sentido para la vida.
En este otoño elijo ampliar el motivo simbólico del rapto de < Core/Perséfone>. Su historia está vinculada al mito de una deidad de vida, muerte y resurrección, más conocida por su salida del Averno (Infierno griego) para reencontrase con su madre (Deméter) trayendo el germinar y florecer de la tierra ligada a la primavera y a los misterios Eleusinos. Pero sin el dramático rapto y bajada al Inframundo uniéndose a Hades/Plutón, sería imposible la fértil y honda transformación/renovación que acontece en Core.
oficialmente se materializará el 22 de septiembre, jueves,
En este otoño elijo ampliar el motivo simbólico del rapto de < Core/Perséfone>. Su historia está vinculada al mito de una deidad de vida, muerte y resurrección, más conocida por su salida del Averno (Infierno griego) para reencontrase con su madre (Deméter) trayendo el germinar y florecer de la tierra ligada a la primavera y a los misterios Eleusinos. Pero sin el dramático rapto y bajada al Inframundo uniéndose a Hades/Plutón, sería imposible la fértil y honda transformación/renovación que acontece en Core.
Pincelando
su genealogía, la hija de Démeter y Zeus: Core , «La Doncella», la joven muchacha
que vivía en la bucólica serenidad maternal, es raptada por su tío Hades . Démeter en su desesperación, furibunda y desolada
torna la tierra yerma, estéril. Los humanos pasan hambruna y claman a Zeus, el
gran dios del Olimpo, consentidor del rapto. Éste encarga al mensajero de los
dioses, Hermes, convencer a Hades para devolver a Perséfone a su madre. Hades ¡sorprendentemente
acepta!, más ofrece unos granos del fruto de la granada a su, ya mujer, que voluntariamente
come. Este hecho la vinculará de por vida al Averno y a Hades/Plutón.
Prosérpina. Rossetti (1828-1882) Óleo,
Tate Gallery. Londres.
La granada era en Grecia símbolo
del espíritu y de la fecundidad/creatividad femenina y atributo de las diosas Hera
(esposa de Zeus; arquetipo esposa) y Afrodita (diosa del amor; arquetipo amante).
Ambas naturalezas (la de esposa y amante) se integran en
La Core en un proceso de crecimiento
expresado por el cambio
de nombre: Perséfone/Proserpina “la que lleva la muerte” reina del Inframundo/Inconsciente
y por ello convertida en ¡portadora de la nueva semilla y de los misterios de
muerte/renacimiento!
Así pues conducida por Hermes, Perséfone y Deméter
se reencuentran en la tierra de los vivos; allí permanecerá dos tercios del año
según el mitólogo Kerényi. Según Ovidio,
Zeus, salomónicamente dictaminó que Perséfone estará seis
meses con su madre y seis con su esposo. Satisfecha Deméter por el acuerdo dispuso devolver a la tierra toda
su fecundidad.
El
rapto de Perséfone/ Proserpina. Bernini.
Desde un acercamiento antropológico ambas diosas, Deméter/Perséfone, fueron honradas como las principales
divinidades de la fertilidad y abundancia. Los antiguos agricultores griegos celebraron en su honor las festividades de las Tesmoforias y las
Eleusinas. Los Misterios de Eleusis son los ritos religiosos más
importantes de la Antigüedad y se celebraban en honor de este mito de
transformación. Eran ritos iniciáticos secretos de regeneración que transformaban
la visión de la vida del iniciado.
Psicológicamente, Perséfone, la muchacha inocente que a la vez es y se
transforma en la diosa del Inframundo nos aporta un valioso “alimento
emocional”. En el devenir de la vida, Hades/Plutón/Señor de la Muerte, se
“materializa” en experiencias dolorosas y traumáticas; puede “raptarnos” y “arrastrarnos
a la hondura del Averno” a través de la vivencia de confrontación con una grave
enfermedad física o mental, rupturas o heridas relacionales, decepciones
vitales, hechos traumáticos que quiebran nuestra dinámica cotidiana y nos
llevan a enfrentar el
Inframundo/Inconsciente. Integrar en la
consciencia la experiencia del rapto y descenso al Averno posibilita una
mayor integración, madurez y totalidad
psíquica. Perséfone, a través de la experiencia del rapto supera su estado de
inocencia y estancamiento de la vida pudiéndose convertir en el arquetipo de lo
doloroso y oscuro transformador: Perséfone
retorna del Averno a la tierra en primavera, trayendo el grano de vida material
y espiritual, el alimento del
sacrificio.
Para terminar recordaros que nos
aproximamos a la fuente de los mitos para rescatar la dimensión de lo humano no comprensible que
se refleja en ellos. Von Franz expresa su profunda preocupación por el
devenir de nuestra cultura y civilización. Acabo con sus sabias palabras:
“Tengo la impresión que nuestra cultura y
nuestra civilización está en una etapa final, una etapa del decaimiento…debemos
encontrar una renovación. Puedo ver solamente esta renovación en nuestro
contacto positivo con la fuente creativa del inconsciente... Estas son nuestras
raíces. Un árbol puede renovarse solamente a través de sus raíces. Por esta
razón, mi mensaje es impulsar a cada uno para retornar a esas raíces psíquicas
internas porque ahí es donde se encontrarán las únicas sugerencias
constructivas que vengan a contrarrestar nuestros enormes dilemas. Ésta es la
mejor manera de solucionar todos nuestros problemas que parecen insolubles”.
Elisa Sanz Oleo
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